Fui víctima de violencia obstétrica y como consecuencia mi hija murió. Dr. Jesús "N" me recetó un medicamento contraindicado cuando cursaba la semana 38 del embarazo y no me dio seguimiento. Esto causó que se dañara la circulación fetal de la bebé, ocasionando sufrimiento fetal que derivó en una cesárea de emergencia no atendida a tiempo, porque el médico abandonó el hospital. La bebé murió 1 hora después de haber nacido con Apgar de 4/10.
Cuando salí de la sala de recuperaciones recibí la noticia de su muerte y cuando la cargué, ella ya estaba muerta y con sus ojitos cerrados. Ahí mi vida cambió para siempre. Me rompí en mil pedazos y aún me faltan piezas por armar. Cuando pude incorporarme a la vida de nuevo, procedí legalmente para exigir justicia y demandé en el 2011.
Gané la primera instancia, pero el médico apeló en contra. Gané la segunda instancia, es decir la apelación, pero el médico se amparó. Luchamos contra muchas malas jugadas que Jesús "N" nos hacía, como presionar al tribunal para que avalara a peritos que no cumplían con el perfil para serlo o que eran médicos asociados a sus abogados.
Después de casi 9 nueve años de lucha legal, finalmente, en el 2020, la SCJN resolvió de una manera completamente arbitraria el asunto y Jesús "N" sigue ejerciendo su profesión como si nada.
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